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Desde niña mis padres me inculcaron la importancia de practicar deportes y mantenerme saludable. Luego de trabajar junto a mi hermano como Cofundadora y Trainer de uno de los primeros bootcamps en Maracaibo, Venezuela, supe que podía dedicarme a promover un estilo de vida sano, aunque no estaba en mis planes trabajar en ello a largo plazo. Al emigrar a los Estados Unidos, en la búsqueda por reinventarme, me “entró el gusanito” de querer aprender más sobre el comportamiento del cuerpo humano y sus adaptaciones y capacidades, y fue allí cuando decidí certificarme como fitness trainer con ISSA (International Sports Science Association). Una certificación virtual muy completa, pero sentía que me hacía falta la práctica, el día a día con el cliente, para realmente aprender.

Me decidí y comencé a dar entrenamientos grupales en forma de circuito dos veces por semana; los llamé: FITcamp by ME, donde la palabra FIT no tendría que ver exclusivamente con la palabra FITNESS, sino con el Functional Intense Training. Y aunque entrenaba de forma personalizada a uno que otro cliente, descubrí que mi fuerte era trabajar en masas, es lo que más disfruto. En este sentido, me dediqué a abrir más horarios de clases grupales, fui creciendo hasta consolidar mi evento deportivo FITcamp EXPERIENCE, en donde reunimos -junto a mi team- a cientos de personas en cada edición, y también, crear junto a mis hermanos mi propio gimnasio, un espacio único de entrenamiento funcional en la ciudad de Doral, en Miami: COREMOTIF.

En el camino corroboré que somos seres integrales y que el entrenamiento no debe ser solo físico, sino que debemos trabajar en balance, entrenando también la mente y el alma. Y considero que hoy en día, lo que me caracteriza y gozo, es mi acercamiento al ser humano tomando en cuenta, que somos ante todo eso, HUMANOS. Y así he logrado inspirar y enseñar a mucha gente (de manera física y también de manera virtual) a llevar un estilo de vida más activo, saludable, divertido e integral. Me permito confesar que este ha sido uno de los mayores regalos de Dios… descubrir lo que me apasiona y poder vivir de ello.